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La satisfacción que derrota al pecado

Devocional de John Piper – The pleasures of God (Pg 235-236)

Juan 6:35 – Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Lo que necesitamos ver aquí es que la esencia de la fe es estar satisfecho con todo lo que Dios es para nosotros en Cristo.

Esta declaración emfatiza dos cosas. Una es el «Dios-Centrismo de la fe». No son solo las promesas de Dios las que nos satisfacen. Es todo lo que Dios por sí mismo es para nosotros. La fe implica a Dios – no solo los regalos que nos promete – como nuestro tesoro.

La fe descansa en la esperanza no solo de los hechos por venir sino en el echo de que Dios estará con nosotras –  Apocalipsis 21:3  Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios

Nuestra fe debe estar llena de fervor no solo por nuestros pecados perdonados (algo precioso que el Señor ha hecho por nosotros) pero por la presencia de Cristo en nuestros corazones y la suficiencia de Dios. Efesios 3:17-19 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

La otra cosa emfatizada al definir la fe como la satisfacción por todo lo que Dios es para nosotras es el término «satisfacción«. Nuestra alma está sedienta de Dios. En Juan 6:35 vemos que «creer» significa «ir» hacia Jesús para comer y vivir el «pan de vida» y  el «agua viva» ( Juan 4:10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.), estas dos cosas son Jesús mismo.

Aquí está el secreto del poder de la fe para romper la esclavitud de la atracción al pecado. Si el corazón está satisfecho con todo lo que Dios es para nosotras en Cristo Jesús, queda roto el poder del pecado para separarnos de Cristo.

 

(A las que sabéis inglés y os gusta leer algún devocional os recomiendo la aplicación «solid joys» de allí he sacado este, un abrazo!! )

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